 |
James Ensor, por Henry de Groux (1907) |
Nacido en Ostende (Bélgica) el 13 de abril de 1860, ciudad en la
que residió casi toda su vida, pues sólo viajó a Francia, Países Bajos e
Inglaterra en contadas ocasiones y con estancias cortas. Fue miembro activo de los movimientos de vanguardia a principios
del siglo
XX y su figura y obra han sido muy influyentes en los movimientos artísticos
como son el expresionismo y el surrealismo. Se le
relaciona con el grupo artístico conocido
como Los XX.
Hijo de padre inglés y madre belga,
Ensor fue un mal estudiante, por lo que abandonó la escuela con tan sólo 15
años para iniciar su formación artística con pintores locales. Continuó sus
estudios de arte en la Academia Real de Bellas Artes de Bruselas, desde 1877 a
1880, teniendo como compañero a Fernand Khonopff.
Realizó su primera exposición en
1881, aunque muchas de sus obras fueron
consideradas escandalosas en la última década del siglo XIX, sobre todo su
cuadro La entrada de Cristo a Bruselas
(1889). A pesar de ello siguió exponiendo y su fama se fue acrecentando. Los
Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica, de Bruselas, adquirió su cuadro fechado en 1895 Muchacho con lámpara, además de realizar
su primera exposición en dicha ciudad, a la que siguieron otras de mayor
importancia.
La obra de Ensor sufeió una
paulatina transformación a partir de la década de los 80 del siglo XIX. En sus
primeras obras tal como fueron Música
rusa (1881) o Los borrachos (1883), muestra un estilo realista con tonos sombríos
y cierto pesimismo plástico en sus obras.
Después se fue decantando por tonos
más claros, aunque del realismo primero pasó a un estilo mucho más extraño,
grotesco y casi surrealista, con colores más vivos y alegres, creando un estilo propio en el que
predominaban marionetas, máscaras, carnavales o esqueletos a los que vestía en
su estudio y creaba escenas con ellos que plasmaba en las distintas alegorías
que estas figuras protagonizaban, a través de las que intentaba denunciar el
gran teatro del mundo, la eterna pantomima de una sociedad que enmascara a los
individuo e intenta disfrazarlos de lo que no son, anulando toda
individualidad, toda rebeldía. De esta nueva etapa de madurez artística son
ejemplos las obras como Las máscaras escandalizadas (1883)y Esqueletos
peleándose por un hombre ahorcado (1891), en la que aparecen figuras
con máscaras grotescas, inspiradas en las que su madre vendía en su tienda de
regalos cuando se celebraba el carnaval anual de Ostende.
Posteriormente, entre 1888 y 1892 su
pintura se fue orientando hacia temas religiosos en los que predominaba la pasión de Cristo, a pesar de su ateísmo.
Esas obras con tema religioso era una muda protesta del artista que quería
plasmar en los sufrimientos de Cristo la falta de humanidad y el horror del
mundo. De esta etapa son cuarenta y cinco grabados y su más famosa pintura La entrada de Cristo a Bruselas que data
de 1888.
Su fama se fue acrecentando y en
1929 recibió el título de Barón que le concedió el rey Alberto I de Bélgica y
en 1933 recibió la más alta condecoración como es la Legión de Honor. También,
fue inspiración para el compositor Flor Alpaerts que le dedicó su obra Suite de James Ensor.
Sin embargo, y a pesar del reconocimiento recibido ya en pleno
siglo XX, con el tiempo, la obra de Ensor se fue mitigando en cuanto a la
fuerza expresiva del sarcasmo, de la continua y siempre presente escatología,
por lo que la crítica considera que sus últimos cincuenta años constituyeron
una evidente etapa de declive artístico de este pintor que parecía ir perdiendo
virulencia en su continua y desaforada crítica hacia una sociedad que le
desagradaba profundamente.
Las obras más relevantes de esta
última etapa son Muerte de la madre de la
artista (1915), en la que retrata el lecho de muerte de su progenitora como
elemento central de la obra y en la que destacan los frascos de medicina en el
frente, como símbolos del dolor y la muerte que la acechaban. Otra obra a
reseñar de esta etapa tardía es Los viles
vivisectores (1925), una obra protesta contra el uso de animales para
realizar experimentos científicos y médicos.
James Ensor es un innovador del arte
del siglo XIX que estaba centrado en el realismo figurativo, a pesar de que no
se sentía afín a ningún artista de su época, tuvo una gran influencia en otros
artistas como Klee, George Grosz, Alfred Kubin, Emil Nolde, Wols y otros
artista expresionistas y surrealista del siglo XX.
También, Ensor tuvo siempre una fuerte vinculación con la música,
aunque no tenía formación musical, pero tocaba el armonio con frecuencia para
sus visitantes. Dicha afición musical le llevó a disminuir el tiempo que le dedicaba a la
pintura, por lo que ya iniciado el siglo
XX su obra fue disminuyendo en cantidad.
Su vinculación a su tierra natal, le
hizo quedarse en Ostende en plena II Guerra Mundial, aun sabiendo el peligro que
representaban los continuos bombardeos. Su figura fue muy respetada por sus
conciudadanos y por todo el pueblo belga. Falleció en su ciudad natal el 19 de
noviembre de 1949.