"El salón I", de Otto Dix
"El salón I", de Otto Dix |
En
esta obra, pintura al oleo, cuatro prostitutas esperan sentadas alrededor de
una mesa la llegada de los clientes, lo que sugiere la cortina que parece dar
paso al salón a través de una puerta.
Las
cuatro son ya mayores y, por ello, con el maquillaje intentan ocultar los
rasgos de la madurez,incluso de la vejez que se adivina en la que está sentada
a la derecha, en primer plano.
Lo
grotesco de esta imagen es la evidente contradicción entre la oferta de sexo
mercenario de estas desdichadas mujeres, quizás viudas o madres de soldados
muertos en la guerra, que tienen que luchar con los estragos de la edad, la
necesidad económica y la sensación anticipada de derrota que se insinua en la
actitud de espera de posibles clientes que no llegan al prostíbulo. Ellas
también pueden ser víctimas de la guerra que acababa de asolar a Europa pocos
años antes de ser creada esta obra que data de 1921.
Las
carnes macilentas, ocultas por el excesivo maquillaje y los tocados baratos, no
pueden ocultar la belleza marchita de las cuatro que apenas esconden tras las
prendas translúcidas e, incluso, una de ellas desnuda ante el espectador sus
pechos, la mujer situada a la izquierda, como una oferta desesperada ante la
falta de clientela y, por tanto, de ingresos.
Dix
no sólo quiso retratar los horrores de la guerra que conoció de primera mano,
sino también los de posguerra como eran esos seres desarbolados que quedaron
con la vida rota después de conflicto bélico en el que perecieron millones de
personas y muchos más millones quedaron para siempre en la cuneta de la vida
sin horizontes ni esperanza.
Él
deseaba llegar a conocer bien los más oscuros meandros de la condición humana,
entre ellos de la vida marginal de las prostitutas, pues como afirmaba: “Quizá fui una persona curiosa. Necesitaba
presenciarlo todo con mis propios ojos. Y es que soy un realista, sabe usted,
que necesita verlo todo con sus propios ojos para constatar que es así...Tengo
que presenciar en persona todos los abismos insondables de la vida.” Esa
vida que conoció de cerca para poder expresar mejor la miseria, el dolor, la
desesperación y, en definitiva, la vulnerabilidad del ser humano cuando el
destino le juega una mala pasada que le trastoca la vida como a tantas víctimas
de la guerra, de sus horrores y miserias.
"El salón I" está expuesto en el Museo de
Arte de Stuttgart junto a la mayoría de su obra. La otra obra homónima "El
salón II", está desaparecida o ha podido ser destruida junto a otras obras
de Dix por el movimiento nacionalsocialista, pues los temas relativos a la
prostitución escandalizaron más a los nazis que la obra de Dix dedicada a los
horrores de la guerra.
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